
En occidente se preferían las pruebas a base del combate y del duelo, en los que cada parte elegía un campeón, que con la fuerza debía hacer triunfar su buen derecho. Las disputas podían ser por plantaciones, dinero y estaba prohibido insultarse.

Los juicio por medio del veneno eran practicados en África central ó Asia, en Europa se utilizaba a veces la prueba del pan y el queso, que ya se practicaba en la antigua Roma. El acusado, ante el altar, debía de comer cierta cantidad de pan y queso, los jueces decían que si el acusado era culpable, Dios enviaría a uno de sus ángeles para apretarle el cuello de modo que no pudiese tragar aquello que comía.

La prueba del hierro candente, era muy practicada. El acusado debía coger con las manos un hierro al rojo por cierto tiempo. En algunos juicios se prescribía que se debía llevar en la mano este hierro el tiempo necesario para cumplir cinco pasos y luego se examinaban las manos para descubrir si en ellas había signo de quemaduras que acusaban al culpable. El hierro candente, a veces era sustituido por agua o aceite hirviendo o incluso por plomo fundido.
En el juicio del agua hirviendo la acusada tenia que coger un objeto de dentro de una olla hirviendo y en el caso de que la mano quedara indemne, el acusado era inocente.



Las inventivas de las personas crearon todo tipo de torturas y la mayoría eran aprobadas por la Iglesia, de hecho eran los propios sacerdotes los que las ejecutaban.


Recopilación notas:( Costumbres de la historia)
LA IGLESIA SIEMPRE GANA
2 comentarios:
Hola, CAZADOR. Me ha gustado tu reseña de los juicios de Dios. Y me encantaría saber la fuente de las ilustraciones (en especial la de la ordalía del agua).
Un saludo.
Me gusta mucho tu blog. Enhorabuena.
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